martes

Mala persona

Me ha tocado cubrir una nota box, uno de sus personajes más resonantes empieza a hablar de como se mueven los hilos de ese deporte. "Estamos entre amigos", dice mientras suelta una carcajada, la cual es seguida por todos los reporteros que ese día nos encontramos ahí.

La conversación continua, me pregunta mi nombre y diario. Se lo dijo, creo que ese es el único instante que se dirige a mi. Estoy escuchando con atención, todo lo que él dice. No realizo anotaciones. Puedo sacar una buena nota.

Entrego mi nota del evento y un pequeño recuadro de lo dicho por este personaje. El editor me llama platicamos sobre lo que ha dicho, este erudito del box mundial. Al día siguiente, es una nota de una página, bien detallada.

Desde muy temprano, ese personaje me busca hasta encontrarme. Me dice que no puede creer todo lo que he publicado, que soy una mala persona, que no entiende que siendo tan joven pueda existir tanta maldad en mi corazón, que era una platica entre amigos (y me aclara en ese momento que yo no formo parte de esos "amigos"). Me dice que me quiere ver en persona.

Le digo que estoy a su disposición. Cuando nos vemos, en un restaurante, me vuelve a decir lo mala persona que soy, que estoy acabado que con sus múltiples influencia van a correrme del diario. Después de esa nota nunca más me vuelven a mandar al box, a lo máximo es a las luchas.

Machitos ¿no?

Estamos en una cantina allá por los rumbos de Lindavista llamada la Diana. Son cerca de las 9 de la noche, buena hora para poder seguir con la fiesta a otro lado. De repende un hombre de unos 30 años de edad llega furioso a nuestra mesa. "Han manoseado a mi amiga"-dice al borde de la rabia- algunos de nosotros le preguntamos a la "víctima", quien ha sido el osado en tocarla.

Esa señala a una persona de nuestro grupo que esta totalmente borracho, por lo cual ofrercemos una disculpa, la cual no es aceptada por el amigo ofendido. Este lanza una botella que se estrella en la pared del lugar, esto es suficiente para salir lo más rápido posible del lugar.

Camino a nuestras oficinas, sucederán cosas interesantes. Algunos no llegan y no se les ve rastro por ningún camino. De repente se comunican por celular están en la esquina los ha detenido una patrulla. Algunos vamos rapidamente, dos de nuestros compañeros están muy sentaditos con algunos sexoservidores, quienes les ofrecen un poquito de su lugar.

Los policias platican sobre lo que estaban haciendo, nuestros dios compañeros. Después de una negociación. Acceden a dejarlos ir, no sin antes decirnos... muy machitos ¿no?, mientras los sexoservidores, lanzan una carcajada.

A la mañana siguientes, una de esas dos personas habla con todos los compañeros de esa borrachera, busca desesperadasmente su celular, celular que seguramente tendrán los sexoservidores de la esquina.