lunes

Dar menos, recibir todo

Había una vez, un caballero increíblemente avaro que no obstante tenía una mujer bonita y joven. Un día partió de viaje y, en cuanto estuvo lejos, un vagabundo golpeó a la puerta , pues no comía desde hacía tiempo. La mujer se compadeció de él, y fue a traerle carne y vino; pero descubrió que el caballero, antes de marcharse, había guardado todo bajo llave. En toda la casa no había una mijaga de pan. Más de una mujer se hubiera avergonzado y desesperado con razón; ella, en cambio, no. Tomó al vagabundo por el cuello y le dio nun beso: como no podía darle menos, le dio todo. El vagabundo partió feliz, menos saciado, pero mucho más satisfecho. (Tomado de El Financiero, de la columna viernes o voy de Víctor Roura, el texto es de Georg Simmel (1858-1918)

Caminos en el metro

Llego a Buenavista, de ahí tomo un autobús hacia el metro Revolución. Rápido para Tacuba, de ahí a Polanco. Salgo, camino unas cuadras, me equivoco regreso, ahora sí voy bien.

Salgo, abordo un microbús, me deja en el Metro Sevilla, de ahí, a Pino Suárez (bueno este camino lo hice más de 10 años), compro un libro. Nuevamente al metro La Raza, de ahí... me anda de la aguas, salgo rápido, otro microbús.

Todo el día me la pasé caminando. Increíble pero al final del día resulté con mis pies ampollados.