Fiebre por la Selección

El patrocinio de la Selección Mexicana de Fútbol lleva algunos años, en unos de tantos viajes el autobús tiene que llegar por los jugadores a una ciudad del centro del país. A la entrada de San Luis Potosí, un polícía nos detiene. Los primero que nos cuestiona es si van los seleccionados en la unidad, le comentamos que no que ellos llevarán más tarde por avión, que tenemos que llegar al hotel sede para dejar las cosas e ir por ellos a la terminal aérea.

Con la mayor tranquilidad, nos pide -casi nos súplica- que los déjemos ver el autobús por dentro. Un poco sorprendidos le decímos que sí. Se abre la puerta del autobús. Ahora, empieza a preguntar donde se sienta el "Cuau", donde Ochoa, donde Osvaldo, donde La Volpe , ese me cae regordo-nos dice mientras se sienta en uno de los asientos. Todo esto tarda cerca de 15 minutos. Después nos dice que podemos seguir adelante. El operador le regala dos pases y el agente se vuelve casi, loco... un día después está con nosotros gritando a grito abierto en el Alfonso Lastras.