martes

Mi amor

A ella la conocí a finales de 1989, en la Universidad Autonóma de México (UNAM), en nuestra Alma Mater. Lo primero que me llamó la atención fue su cabello, con el transcurso de los días nos hicimos amigos y así pasó el primer semestre de la carrera. Por alguna rázón los siguientes seis meses no nos vimos, ni hablamos.

Cosa contraria en el tercer semestre de la carrera, en ese entonces realicé mi cambio de Sociología a la carrera de Periodismo y Comunicación Colectiva. La invitaba a todo, a desayunar, a comer, a cenar, sin ninguna respuesta, fue hasta que un día de mucho frío que aceptó ir a desayunar conmigo.

No sé en que momento entró a mi vida, pero estoy seguro que siempre estará ahí, en el transcurso de todos estos años se ha convertido en mi compañera, en mi amiga, mi complice, mi rival, mi sueño y mi pesadilla. No sé cómo pagar todo lo que me ha dado en esta vida, la Miris es parte fundamental de lo que soy...

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